martes, 26 de agosto de 2008

Algunas fotillos de San Francisco

Lo prometido es deuda. Me compré la cámara en una tienda a media hora de mi residencia andando. Fui a la residencia para cargar la batería y me volví a patear una parte de la ciudad que volvía a estar a media hora andando para poder sacar algunas fotos de noche. Es sorprendente porque el estabilizador de posición funciona realmente bien y las fotos no salen nada movidas de noche en general.
En primer lugar, cómo no sacar una foto a este lugar. Este establecimiento se encuentra al lado de mi academia, que es la que está a continuación de la valla negra, el siguiente edificio. En este establecimiento se pueden comprar refrescos, bollitos riquísimos, magdalenas, galletas enormes y, como no, café. Tienen 25 tipos de café. Un invento muy bueno es que te dan el café para llevar y tienen tapa con un agujerito pequeño para que bebas por él, pero además te dan un trocito de cartón en el que se mete el vaso y así no te quemas. Son unos detallistas en cuanto a la comida para llevar aquí en América. Pero el café americano es horrible. Es muy transparente, de tal forma que al echarle una gota de leche se pone blanco. Tiene sabor a café amargo, igual que cuando dejas café europeo hecho durante días. Por mucho azúcar que eches, sigue sabiendo amargo. Y, por último, no despeja nada, la cafeína brilla por su ausencia. Empiezo a suponer que sólo usan café descafeinado. No obstante, me estoy acostumbrando a él y no puedo parar de tomarlo a media mañana, después de comer, etc. Incluso los Starbucks sirven un café malísimo.

Hablando de bebidas buenas y malas: el agua de San Francisco se puede beber del grifo. No es como la de Madrid, pero está buena. Y, aunque a mí me gusta llevar mi botella de agua en la mochila, en más de una ocasión la he vaciado por la tarde paseando por la ciudad, ya que las cuestas hacen que tengas que consumir mucho agua. Eso y que al ir hablando, y encima en otro idioma, la boca lo pide. El caso es que si se acaba la botella, puedes rellenarla en bastantes fuentes de algunos lugares: centro comercial, estación, etc. Pero además, puedes entrar en cualquier bar o cafetería y pedir un vaso de agua, que te lo darán encantados (eso sí, con mucho hielo, así que si no os gusta, tenéis que indicarlo). Aquí el agua es gratis hasta en las discotecas, donde dejan una jarra de agua encima de la barra y vasitos y la gente va cogiendo según le interesa. Nótese que esto lo he visto sólo en San Francisco; en Las Vegas no lo vi.

Éste es el famosísimo Cable Car. Realmente sólo tiene 2 zonas de circulación, de tal forma que es más turístico que otra cosa. Además, cuesta a día de hoy 5$, y no se puede utilizar el abono transportes que hay por esta zona. Por cierto, es bastante recomendable el abono porque cuesta 45 dólares y te sirve para todo: autobús, metro, tranvía. Yo no lo compré porque no lo uso demasiado, ya que camino muchísimo. De hecho tengo unas ampollas en los pies considerables. He decidido no hacer una foto de mis pies porque no creo que sea demasiado agradable, pero si alguien insiste lo haré.

Aquí pongo una fotillo de noche del Cable Car:

El sistema que utiliza este medio de transporte, como podeís ver, no es mediante energía eléctrica obtenida por líneas de tensión encima del tranvía. Tampoco obtiene la energía eléctrica de las vías. El Cable Car se mueve gracias a un cable de acero en el rail que es movido constantemente por un motor que existe en una zona de la ciudad. El conductor del Cable Car tiene una palanca de tal forma que cuando la pone en una posición, el tranvía se engancha al cable y se mueve, y cuando la pone en la otra posición, el tranvía se desengancha del cable y frena las ruedas. Es un sistema muy simple y, yendo por las calles por donde pasa, puedes oír y ver perfectamente el cable moviéndose por el rail. Va despacito y el conductor toca la campana cada dos por tres para que los coches en las intersecciones se enteren de su llegada. Tiene prioridad en todas las calles sin semáforo, aunque tenga STOP en su recorrido.

Plaza Union Square desde la esquina de la calle Powell con la calle Geary. Es una plaza muy famosa donde existe un escenario perenne y hay actuaciones en directo de diversos tipos de música.

Esto es lo que se ve en el centro de la plaza Union Square. ¿Qué o quién es? Ni idea, no me paré a leerlo, pero mola.

Borders Books & Music. Esta tienda es una librería muy grande de tres plantas. La curiosidad es que puedes coger un libro y leerlo tranquilamente como si se tratara de una biblioteca. Dispone de una zona con mesas donde pues leer y tomar un café que allí mismo te venden. Es curioso porque puedes coger un libro, meterlo en la mochila e irte. Aquí no hay control de seguridad, no hay detectores en la puerta. Se presupone que no vas a hacer nada malo. Eso sí, como lo hagas y te pillen, aquí no te meten un susto y ya está, sino que te meten en la cárcel y te juzgan. Los comerciantes se sienten protegidos y no necesitan esas medidas de seguridad (en general, porque en algunas tiendas sí que he visto los detectores), porque la gente no se la juega de esa forma.

Para acabar, un par de fotitos más:

El cartel que veis a la derecha, negro y con luces que en la foto se ven como de color rosa, es el de una discoteca que hay en la planta 21 de un hotel cuya entrada está justo debajo del cartel. Desde allí arriba se puede ver todo San Francisco. La vista es realmente alucinante. Pero cuando de repente crees que estás muy alto y que dominas la ciudad, te giras y por una de las ventanas puedes ver que no eres más que una hormiga al lado de los enormes edificios que hay cerca, pertenencientes al Finantial District, que probablemente sean 4 veces más altos que este hotel.

De nuevo se ve el cartel de la discoteca en la parte alta del hotel.

Un cochecico que me hizo sentirme en el Far West de nuevo. Perfectamente cuidado, precioso, y con un motor gasolina enorme que sonaba genial y hacía que la camioneta fuera muy rápido.

Desde el parque Alamo Square, podemos ver hacia un lado el Golden Gate Park. No pongo fotos porque no se veía realmente, dado que la niebla se lo estaba comiendo. Al otro lado vemos la parte sin niebla todavía en esa tarde en la que tomé varias fotos. Si os fijáis, son casas como las de las series americanas que veía de pequeño: Padres Forzosos, Los Problemas Crecen... También podéis apreciar la inclinación de la calle, esta vez con los coches aparcados en línea.

Por cierto, un comentario rápido: ya sé por qué en California todos los coches son gasolina. Es porque está prohibido el diésel en el estado de California. Sólo lo pueden usar caminones de transporte interurbano y los autobuses no eléctricos. Así que os mentí cuando dije que todos los autobuses son eléctricos, porque he visto varios diésel después. Mil disculpas. Lo bueno que tienen es que el tubo de escape lo tienen en la parte alta, así que los peatones no sufren la salida de humos de los autobuses.

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